lunes, 7 de marzo de 2016

Galletas de vainilla sin gluten

Empezamos a tener ciertas rutinas en el mundo de la celiaquía, de momento el pan no es una necesidad, ya que Enma con sus 20 meses de momento no come demasiado pan y sale merendada de la guardería, con lo que nos permite experimentar, pero si que vamos teniendo una serie de rutinas para aprovechar que el horno está encendido.

Después de hacer un bizcocho, mientras se hornea, pues se hacen unas galletas, y se aprovecha la luz.

En la búsqueda de recetas de galletas, tratamos de copiar las marcas más comunes de galletas glutonianas, de momento hemos hecho tres recetas, galletas tipo chiquilín, galletas tipo napolitana, las variamos añadiendo una parte de harina de castañas y quedaron de lujo, y esperábamos encontrar una receta parecida a las galletas tosta-rica, pero al intentar una receta de galletas de vainilla adaptada y tuneada, mezclando de varios blog y del libro de Alma Obregón: Objetivo Galleta Perfecta, pues del experimento ha salido una receta que de momento son las que más nos han gustado, son suaves, muy finas, son más parecidas a unas galletas ligeras de mantequilla, o unas pastas de té, pero muy ligeras. 

Vamos, en resumen, que nos han encantado!!!! Y os recomendamos hacerlas cuanto antes.





Ingredientes para unas 75 galletas para un cortante cuadrado de 4,5cm.


 125 gramos de mantequilla en pomada, 125 gramos de azúcar, 1 huevo tamaño M, 1 cucharada de vainilla en pasta, 1 pizca de sal, 100 gramos de almidón de maíz, 80 gramos de almidón de yuca, 80 gramos de harina de arroz, una cucharadita de goma xantana.

Batimos la mantequilla y el azúcar con batidora de varillas durante cinco minutos (he reutilizado foto de la entrada de galletas napolitanas ya que se me olvidó hacer fotos de los primeros pasos).




Añadimos el huevo, y la cucharada de vainilla en pasta y seguimos batiendo bien hasta que integre completamente.

Incorporamos la harina tamizada y amasamos, a mano hasta que integre completamente y quede una masa fina, es un amasado rápido y sencillo sin ningún tipo de esfuerzo.


Boleamos y metemos envuelta en un film transparente en la nevera durante un tiempo no inferior a treinta minutos.

Cuando vayamos a formar las galletas precalentamos el horno a 180ºC, cogemos un trozo de masa y le pasamos el rodillo dejando una masa fina, la masa no se pega en la encimera y se amasa perfectamente, tiene que estar fría tanto la masa como la superficie.

Cortamos con los cortapastas elegidos y las depositamos en una bandeja sobre papel de horno. En éste caso hemos probado a experimentar intentando pintar pero no lo hemos conseguido, lo seguiremos intentando, con lo que para darles un toque distinto le hemos marcado con unas mariposas.

                                      

Horneamos a 180ºC durante 12 minutos, o hasta que doren ligeramente, sacamos y dejamos reposar mientras horneamos la otra tanda sobre una rejilla.


Y guardamos cuando se enfríen en un bote para galletas con tapa para que se conserven mejor, lo que no puedo deciros lo que duran, ya que en menos de una semana nos las hemos comido. 

Lo dicho, muy suaves, con un sabor muy ligero y matizado y muy parecidas a las pastas de mantequilla. Geniales!!!.



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